Formó pues, el señor Dios al hombre del lodo de la tierra, e inspirole en el rostro un soplo o espíritu de vida, y quedo el hombre viviente con alma racional esto es formado de barro el cuerpo del hombre, Dios le infundio el alma racional. No es pues nuestra alma material; por lo tanto, no es el hombre todo materia, sino material en cuanto al cuerpo, espiritual en cuanto al alma; y por lo tanto inmortal.
"El alma es una velada, cuando se le abandona, se oscurece y se apaga, pero cuando se vierte el óleo santo del amor se enciende como una lámpara inmortal."
Miguel León Portilla.