domingo, 21 de octubre de 2012

Analisis El Matadero de Esteban Echeverria

Su publicación. El matadero se publicó por primera vez en la Revista del Río de la Plata en 1871, 20 años después de la muerte del autor, gracias a la intervención de Juan María Gutiérrez, quien lo incluyó en 1874 en las obras completas de Echeverría con una advertencia en la cual señalaba la importancia literaria histórica de la obra. La tardía aparición provocó dificultades para establecer la fecha exacta de su elaboración, dato muy útil por cuanto el matadero representa una importante novedad en el proceso del romanticismo hispanoamericano.
Según Angel J. Battistesa No quedan dudas en que se refiere al tiempo de la acción del relato: 1839, en la cuaresma siguiente al año de la muerte de la esposa de Rosas, Encarnación. Otro dato, es el de las lluvias, fue recogido por el diario la gaceta mercantil, a fines de 1838.
Género. Desde Juan María Gutiérrez, que lo llama croquis o bosquejos con escenas que podrían componer un cuadro de costumbres, hasta Ricardo Rojas, quien en su historia de la literatura argentina lo clasifica como un cuento, el texto de el matadero ha sido objeto de definiciones imprecisas para catalogarlo por cuanto a ló descriptivo y lo narrativo se alternan sabiamente en el mismo.
Aún Carlos Giano por su, por su parte, rastrea los elementos documentales del romanticismo argentino y lo ubica como un relato relato original del costumbrismo realista, con proyecciones de amplia y fecunda repercusión en la narrativa que se inicia en el siglo XIX conjuntamente con la novela Amalia de Mármol.

La visión romántica y el lenguaje realista. De acuerdo con esta tesis, el matadero es un cuadro de costumbres de corte realista y con proyecciones típicas de la sociedad argentina en el cual se insertan unidades narrativas que pueden destacarse como relatos independientes:

El Toro y la muerte del niño.

El enfrentamiento entre el joven unitario y los más mazorqueros.

No obstante, la articulación de las diversas estructuras y la posición del narrador-testigo Impiden una fragmentación parcial de relato que debe ser estudiado como un todo orgánico con diversos núcleos de desarrollo perfectamente ensamblados.
La visión romántica y el lenguaje crudo del realismo se entrecruzan en el plano ideológico de ese narrador-testigo. Como en el caso de Amalia de Mármol, conviven en el matadero personajes antagónicos e irreconciliables colocados en un plano histórico como símbolos de la división entre rosismo-antirosismo, unitarios-federales y, en un plano más amplio y polémico, civilización-barbarie.
Está doble visión corresponde a la teoría del romanticismo sobre un mundo escindido entre la materia y el espíritu, la brutalidad y la exquisitez, la nobleza de los sentimientos y la bajeza de los instintos. Una concepción moral típica del romanticismo origina esos contrastes encarnados en el matadero, Escenario de una lucha de enfrentamientos entre la
"chusma" y "el joven ilustrado", similar a la pareja blancos en la cautiva.
La estructura. Su desarrollo en tres planos.

1. El narrador testigo. Hasta el momento en que comienza la descripción o croquis del matadero de la convalecencia, el narrador realiza dos operaciones simultáneas: participa como testigo y juez de una situación social y política; describe la ciudad bajo la lluvia y las consecuencias de la falta de carne en Buenos Aires. La ironía es el arma que utiliza el narrador para burlarse y describir, en forma grotesca, la posición de la Iglesia y el gobierno rosista: buenos federales son buenos católicos, la justicia de Dios es aliada de la Federación, y por el contrario, en el terreno opuesto, el diablo, los males meteorológicos y los opositores forman un solo bando que hay que conjurar (donde millares de voces, conjurando al demonio unitario de la inundación, debían implorar la misericordia divina).
Esa actitud de ironía que le permite al narrador burlarse desde dentro del gobierno como si fuera el un participante adicto que concluye cuando la comisión de carniceros le lleva al restaurador el primer novillo de regalo. Primera unidad. Presentación del narrador-testigo en doble actitud: como comentador irónico de la realidad social y política y narrador que describe. Tiempo situado en un pasado convencional. Personajes generalizados: beatos, federales, niños, enfermos, gringos, carniceros, achuradores, curiosos. Personaje individualizado: el restaurador. Motivo reiterado: la lluvia. Enumeraciones en el matadero: ratones, negras, rebusconas como arpias, gaviotas, perros y viejos achacosos. Distorsiones burlescas: la posición de la Iglesia, el gobierno y los médicos en "la guerra intestina de los estómagos y las conciencias".

2. La perspectiva del matadero. La perspectiva del matadero es también doble: en la distancia inmediata es grotesca, llena de animación; frente a la realidad argentina el símbolo del país (el juez del matadero ejerce la suma del poder en "aquella pequeña República"). La narración avanza en los siguientes episodios:a) la lucha de Las negras, b) el juego de los muchachos, c) el toro que huye, d)el muchacho degollado, e)el accidente del inglés, f)el triunfo
de matasiete sobre el animal.
El lenguaje directo, las exclamaciones, las palabras soeces, los localismos suburbanos, las burlas, nos presentan un cuadro de barbarie, de bajeza, de sangre y de "cinismo bestial". El matadero va a ser una alegoría de una situación social. Los personajes son presentados desde una perspectiva inmediata y personificados dentro de los grupos: a)Grupo de africanas: "la tipa"; b)grupo de muchachos que se adiestran en el manejo del cuchillo; c)grupo de carniceros: matasiete. Escenas de brutalidad: el juego con los cuajos de carne, la vieja cuyo cara es embadurnada con sangre, el muchacho degollado con el lazo.
Segunda unidad el narrador visualiza las escenas del matadero, transmite las impresiones desagradables que provoca el colorido y abigarrado espectáculo sangriento. Tiempo actual y cronológico que concluye a las 12 del mediodía.